Partimos de Lamas de Castelo y corremos paralelos al río Pedrafigueira y junto al Bico do Santo, donde podemos ver muestras de vegetación autóctona, especialmente encinas.

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Esta joya de la naturaleza está formada por siete pequeños saltos del río Pedrafigueira, por lo que merece la pena recorrerlos todos. La ruta está protegida por un hermoso bosque de robles autóctonos.

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En los meses de verano se convierte en un refugio de cara a los días calurosos, un lugar imprescindible para visitar a tiempo para degustarlo poco a poco.